lunes, 3 de junio de 2013

Sloterdijk: Normas para el Parque Humano

Técnicas de Crianza
 
Sloterdijk coincide con Heidegger en lo que respeta a lo esencial del humanismo, es decir en considerar al hombre desde en “animalitas”. Para Sloterdijk desde sus comienzos con la paideia griega ha considerado al hombre como un animal sujeto al influjo inhibidor de la educación o en otras palabras como un animal domesticable.
Heidegger sostiene que el humanismo tiene el carácter de una técnica y Sloterdijk sostiene que el humanismo no es más que una técnica de domesticación del hombre (una antropotecnia). Dice respecto al humanismo que ha sido la principal institución domesticadora del hombre en occidente, la que esencialmente ha tratado de alejar del hombre todo rastro de salvajismo y bestialidad.
Pone de manifiesto en el discurso “sabemos que no hubo educación que no instaurara una batalla contra el bárbaro, el salvaje, el inculto, el incivilizado. La cultura del aula no ha dejado e informarnos sobre los avatares de esta lucha y sobre el papel casi siempre triunfante de la educación en esa batalla”.
El humanismo constituye para Sloterdikj, siguiendo e Nietzche, un proceso de domesticación del hombre que busca conducirlo de lo inhumano a lo humano a partir del establecimiento de normas prácticas de domestiación y crianza.
El proyecto del humanismo, como técnica de crianza del hombre –que según Sloterdijk fue inaugurada por Platón- es el comienzo de una larga cadena de cartas que pasarían a formar parte de lectura canónicas a lo largo de la historia de occidente. Cartas que necesitan de un de una comunidad de lectores como remitentes de las misivas y así  este modelo de educación-domesticación pasa a formar parte de una campaña de alfabetización en contra de la barbarie y la bestialidad, que porta la consigna de que “el acto de leer educa”.
El principio fundamental del humanismo clásico, es el de una sociedad literaria que comporta, un humanismo que brinda los lineamientos de crianza humana. Al comienzo de este humanismo, el acto de leer sólo concernía a unos pocos, a una aristocracia que se distinguía de aquellos que no sabían leer y por eso les correspondía un carácter más humano y civilizado.
Sloterdijk sostiene que “el tema latente del humanismo es la domesticación del hombres, su tesis latente: una lectura adecuada amansa”.
“Forma parte del credo del humanismo el convencimiento de que los hombre son animales sometidos a influencia y que por ello es indispensable hacerles llegar el tipo correcto de influjos”.
Ante la estructura socio-política actual, el desarrollo científico y la aparición de la radio y los medios de comunicación que han producido la cultura de masas, el modelo de sociedad literaria cambia y como dice Sloterdijk no es que la literatura haya desparecido, sino que ya no es más la portadora del programa domesticador.
“La era del humanismo moderno como modelo escolar y educativo ha pasado porque ya no se puede sostener por más tiempo la ilusión de que las macroestructuras políticas y económicas se podrían organizar de acuerdo con el modelo amable de la sociedades literarias”.
Con respecto a Heidegger, Sloterdijk a pesar de coincidir con él en lo que respecta a lo que “animalitas” del humanismo clásico, lo critica por volver indirectamente a este humanismo.
Heidegger tampoco quiere reconocer la bestialidad y el carácter errabundo del hombre y en un sentido casi religioso lo considera como superior a las bestias, como aquel ente, que entre otros entes es privilegiadamente apelado por el Ser.
En síntesis presenta a la escuela, la educación, la cultura, la iglesia y el humanismo como técnicas de domesticación del hombre, prácticas que nos han llevado a vivir en un zoológico temático lleno de animales civilizados, donde el hombre se domestica a sí mismo y trata de hacer lo mismo con los recién llegados.

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